jueves, 26 de mayo de 2011

El gabinete del Dr. Calegari - Robert Wiene

El gabinete del doctor Caligari
Robert Wiene
Dos Kabinett des Doktor Caligari
Dir.: Robert Wiene
Interpr.: Werner Krauss (Dr Calisari), Conrad Veidt (Cesare), Lil Dagover (Jane), Friedrich Feher (Franz), Hans Heinz von Twardowski

El expresionismo marcó un punto de inflexión en la historia del cine, como lo hizo en la pintura (Munch, Kirchner, Kokoschka), en literatura (Edschmid) y en el teatro (Wedekind). La transparencia narrativa es sustituida por un caos fundamental.

Un joven cuenta a un intrigado auditor su increíble historia: Ésta comienza en una feria. Entre las atracciones, un extraño doctor exhibe en su casa sobre ruedas a un sonámbulo. En la ciudad suceden misteriosas desapariciones. Jane, la novia del narrador, es secuestrada en plena noche. El doctor y su acólito, con aspecto de cadáver ambulante, parecen ser los culpables. ¿Se trata de locos criminales? Pero el joven ha perdido la razón, al igual que su novia. Toda la historia puede no ser más que el fruto de una imaginación delirante.

La Alemania de Weimar presa de sus demonios

Éste podría ser un cuento fantástico inspirado en Hoffmann. Los estereotipos germánicos aparecen hábilmente integrados en un clima de angustia li­gado a la situación del país tras la derrota de 1918. Los autores pretendían estigmatizar, bajo una forma alegórica, el autoritarismo prusiano, siempre presto a declarar anormal todo lo que se le resistiera. Según el ensayista Siegfried Kracauer, Caligari —como el Mabuse de Fritz Lang— sería una premonición de Hitler, de quien denuncia la sed de poder y la locura asesina. El personaje del doctor loco es una constante de la literatura popular; a partir de Caligari, se convertirá en un cliché del cine.
Pero es sobre todo por la extrañeza de sus decorados (telones con pendientes agre­sivas, calles en zigzag, perspectivas deformes), el maquillaje violentamente estilizado de los actores y su brillante construcción, que Caligari impactó de forma duradera a sus espectadores. A partir de este film, el ángel negro de lo bizarro extendería sus alas sobre el cine alemán hasta la víspera del cine parlante, tanto entre los maestros (Murnau, Fritz Lang) como en la producción corriente (Sombras, Las manos de Orlac, El Golem, El gabinete de las figuras de cera, etc.). La llegada de Hitler pondrá fin a esta expresión de «arte degenerado».


películas clave de la historia del cine






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